VENDIMIA 2020 EN GÓMEZ CRUZADO
Ante el comienzo de las vendimias que iniciamos el pasado 30 de septiembre, David González, director y enólogo de Gómez Cruzado, reflexiona sobre esta nueva cosecha.
Ante el comienzo de las vendimias que iniciamos el pasado 30 de septiembre, David González, director y enólogo de Gómez Cruzado, reflexiona sobre esta nueva cosecha, marcada por un complicado ciclo vegetativo debido a las circunstancias externas y a las condiciones meteorológicas de los últimos meses. Las claves vitícolas de este año, en su opinión, han sido mantener una buena vegetación libre de ataques de Mildiu y Oidio y crear un adecuado microclima en los racimos ya que en la última parte del verano se dieron temperaturas muy altas y hubo riesgo de pasificación , especialmente en los hombros de los racimos de tempranillo.
En una vendimia que se anunciaba temprana, las lluvias en las últimas semanas, acompañadas de las bajas temperaturas durante las noches, han favorecido una óptima maduración de los taninos y los antocianos que, junto a una buena sanidad, han hecho que retrasemos el comienzo una semana sobre nuestras previsiones iniciales. De hecho, David considera que la correcta lectura de la vendimia, la capacidad de adaptación a un clima cambiante en las últimas semanas, serán el desafío y la clave de esta campaña, ya que la última fase de la maduración se completará muy lentamente, especialmente si en los próximos días seguimos teniendo sol y Cierzo.
El 2020 se presenta como un año con muy buen potencial para los vinos tintos, en el que el viñedo viejo ha resistido mejor el estrés hídrico del verano y las zonas frescas muestran muy buenos parámetros de color y una acidez algo baja debido a las altas temperaturas de agosto. En nuestro caso, en las dos zonas que mayoritariamente trabajamos, en el Alto Najerilla la garnacha exhibe un estado perfecto, con racimos sueltos debido a un cuajado regular, ideal para evitar el riesgo de botritis en una zona peligrosa en este sentido. En la zona de la Sierra de Cantabria, poco afectada por el estrés, algunas partes bajas de los viñedos muestran cierto exceso de producción, mientras que en la zona norte de la carretera, en las faldas de la sierra, los racimos están sueltos y la uva muestra una perfecta maduración.
Nuestro trabajo en bodega, como cada año, será intentar sacar lo mejor de cada viñedo y trasladar a nuestros vinos el perfil de una cosecha que será inolvidable en todos los sentidos, pero que nos aportará una uva de óptima calidad que nos permite encarar las próximas semanas con la certeza de que en nuestras manos está convertir este 2020 en una gran añada.